INGOLD IN JAIL


  PEDRO ES EL HOMBRE


EL HOMBRE QUE MATÓ A TEDDY BAUTISTA

Yo al principio a quien quería matar era a Ramoncín, pero Elena mi mujer me convenció de que Ramoncín era solo un pringao. La noche anterior yo había soñado que agarraba a Ramoncín por la cresta de su puto disfraz de punki y le obligaba a comer la mierda de mi cuñado Frankie. Bueno, vale, antes debería contar que Frankie es un tío de puta madre, es músico y trabaja en restaurantes, hoteles, verbenas comuniones y cosas así… tiene un órgano, un piano de estos que hacen de todo, quiero decir que te hacen la música con batería y todo mientras tu cantas. Frankie canta de puta madre, en Navidad hizo llorar a la Abu, se trajo todos sus aparatos, bafles, micros y demás y armó una verbena en el patio. El muy hijo de puta puso papelitos de colorines, guirnaldas y flores de papel por todo el patio agarrándolos con celo en las dos ventanas y después de comer, nos hizo salir a todos con muy buen rollo, puso delante a la Abu con la silla de ruedas y le cantó “La vida sigue igual”. La Abu se puso a llorar como una magdalena y Frankie se paró y la abrazó y le dio un beso muy largo en la mejilla, coño yo me emocioné y Elena y Rosita mi cuñada también. Rosita es la mujer de Frankie, bueno de verdad él se llama Francisco Blanco pero todos le llamamos Frankie menos Rosita que le llama Paquito, cosas de novios, Rosita y Paquito. Así es Frankie, muy buen tío, siempre contento, siempre dispuesto a animar a la gente, un muy buen tío de verdad. Vale, digo que había soñado que cogía al puto Ramoncín y le obligaba a comer la mierda de Frankie, unos días antes me había enterado de que la gente esta que recoge la pasta de los que hacen las canciones le pedía un montón a Frankie para poder cantar las canciones que cantaba, Julio Iglesias, Raphael, Camilo Sesto, tíos famosos que de conocerlo seguro que no hubieran pedido nada a Frankie por cantar sus canciones, algunas muy buenas como “La vida sigue igual” pero otras que son una mierda como la del tío que se va con un barco y le llama libertad, esa canción me parece la canción de un gilipollas, pero esos tíos sacapasta son unos perros, no se cuanta le pedían a Frankie, pero era un montón seguro, porque él estaba realmente jodido. Rosita vino llorando a casa y se lo contó a Elena. Elena le puso coca cola en un vaso pero ella estaba tan nerviosa que le dio la tos y la escupió sobre el sofá. Rosita trabajaba en la carnicería de un supermercado pero un mes después de saber que estaba embarazada, habían decidido quitar la carnicería y le habían dicho que no tenían trabajo para ella. Rosita es guapa y llorando es aun más guapa, como Elena, las dos son preciosas. Yo, después de quitar la coca cola con un trapo me quedé en la cocina y oí decir a Rosita que a la gente aquella, la había mandado Ramoncín. Los putos buitres le habían dicho a Frankie que si volvía cantar las canciones sin pagar llamarían a la policía y le meterían en la cárcel. La vida se convirtió en una mierda, Rosita no cobraba casi nada del paro y Frankie estaba todo el día pegado a la tele sin hablar con nadie. Entonces fue cuando soñé con el puto Ramoncín y le conté a Elena que me lo quería cargar. Elena es muy lista ahora quiere sacarse el certificado de ayudante de clínica o algo así, que es como enfermera, pero un poco menos, entonces no limpiará más fuera y dejará de tomar las pastillas. En la gasolinera, todos tienen hijos, bueno Manolo no porque no está casado ni tiene novia. Elena limpia por las mañanas la oficina de un notario y la consulta de un dentista y por las tardes una sucursal del Banco de Santander. No le gusta mucho pero lo hace muy bien, el dentista la recomendó al notario porque son primos. Elena le pidió a una chica del notario que llega muy pronto por las mañanas que le buscase en Internet eso de Ramoncín y fue cuando me dijo que Ramoncín era un pringao que no mandaba una mierda que el jefe de todo era un tal Eduardo Batista a quien todos llamaban Teddy. Elena me contó que el tío estaba casado con una yonqui a la que había dejado tirada en calle y la tía mendigaba con una guitarra por Madrid. Mi amigo José Luis también era yonqui, al principio parecía normal, te pedía pasta y eso pero parecía normal solo un poco nervioso, pero poco a poco adelgazó y se le puso la cara huesuda y los dientes amarillos hasta que se murió como un puto perro en el váter del bar Curri, pero ese cabrón, ese Teddy, está forrado y podía haber enviado a su mujer a un sanatorio o así, yo lo hubiera hecho por José Luis, aunque cuando le veía me acojonaba, no me gustaba verlo, pero si hubiese tenido la pasta de ese cabrón le habría ayudado. “Pues me cargo al Teddy san bautista ese” le dije a Elena y ella me dijo que ojalá. No soy gilipollas sé que no es fácil cargarse un tío como ese, los hijos de puta siempre están rodeados de hijos de puta como perros con traje, incluso los choferes de esos tíos se convierten en hijos de puta, al principio no lo son, al menos la mayoría, pero se convierten en hijos de puta cuando les compran un traje y les meten al volante de un Mercedes negro. He visto muchos tíos así en la gasolinera, la gasolinera está al lado del aeropuerto y suelen parase a menudo, un día se paró Samuel Etto, el futbolista, llevaba un traje cojonudo muy elegante me dio la mano y sonrió. Llevaba un descapotable rojo y una negrita muy guapa al lado que se pintaba los labios en el retrovisor y que me miro con unos ojos bien grandes que se me han quedado en la cabeza aunque yo no me iría con una tía, lo he pensado alguna vez pero no iría, tengo una suerte de la hostia con Elena y no haría el gilipollas. Bueno, cargarse al cabrón no parecía difícil: Voy a Madrid, me pongo un bigote postizo, gafas así grandes de sol y una gorra y le espero en la puerta de su curro, le corto la garganta de un tajo y me voy corriendo. Yo corro de puta madre, en la escuela ganaba todas las carreras, hasta al puto Amengual que parecía que tenia fuego en el culo le ganaba yo dando caña al final, el tío se rompía el alma cuando sentía mi aliento en el culo, pero yo le sacaba siempre tres o cuatro metros. También sé que cortar la garganta de un tío es muy fácil con un cuchillo bien afilado. Lo he visto en el matadero. Cuando terminé la escuela ayudaba en el matadero limpiando con la manguera y sacando la porquería. A los corderos les cortaban la garganta de un solo tajo. Con un tío aun es más fácil, le agarras la barbilla y antes de que se dé cuenta ya tiene el cuello abierto, joder no hay salvación posible, fijo que el tío no te agarra y la gente de alrededor no entenderá una mierda y cuando reaccionan ya no te pilla ni Dios. Después, pensé, me quito el disfraz, cojo el avión de vuelta y ya está, nadie sabrá nada, nadie sospechará nada nunca. Era un plan de puta madre y a Elena le pareció acojonante, me dijo que si pillábamos un billete barato ella se venía también. Elena no ha estado nunca en Madrid, yo si fui hace dos años con la Peña Merengue a ver un partido contra la Real Sociedad. La Real es un equipo que me cae bien no como el Valencia, al Valencia le tengo manía, me parece un equipo gilipollas, el Barça también me cae mal claro, pero desde que Etto jugó con ellos, pues no sé, como que me caen un poco mejor, en cambio al puto Valencia no lo aguanto, así vestidos de blanco como el Madrid, pero con el puto escudito gilipollas, joder son una copia barata del Madrid y el puto Levante una copia del Barça. Como los bolsos estos que venden los negritos en el mercadillo, pues eso. Elena estaba feliz, joder, decía que iría a La Puerta del Sol y después a La Plaza Mayor y al Museo del Jamón que está al lado y que a una amiga suya le gusto mucho y después a los leones esos de los diputados a hacerse una foto. Estaba todo decidido y yo pensaba que aquello era como ir de viaje de novios… no se…, suena raro y hasta gilipollas, pero estábamos los dos a tope de ganas de ir. Y entonces fue cuando empezó a joderse todo. Elena decidió que el lunes iríamos a la agencia a mirar eso de los billetes, pero el sábado antes yo tenía turno en la gasolinera y a la hora de la merienda agarré el periódico de la oficina para mirar el cupón y vi el careto de mierda de Teddy Batista, el hijo de puta venia a dar una conferencia sobre no se qué de piratas y hostias. Qué asco de careto, con las putas gafas de listillo y los mofletes de cerdo comemierda. Daba rabia coño verlo con su corbata de jefazo y aires de tío forrado, que rabia me dio coño. Al llegar a casa se lo conté a Elena bueno no todo porque cuando se lo contaba llamó Rosita del hospital y nos dijo que Frankie se había caído del balcón encima de un coche aparcado y tenía un brazo roto y una conmoción en la cabeza. Mecagondios que putada pensé, el tío se ha tirado seguro hecho polvo por la movida de las canciones y por Rosita embarazada y sin curro. Fuimos al hospital y el tío estaba inconsciente y Rosita llorando y entonces pensé, yo me lo cargo ya, a ese cabron de Batista, a ese mierda. Entonces, el lunes, apareció la puta casualidad, que se yo, el destino o como se llame. Un bmw negro se paró en la gasolinera a repostar justo delante mí. Yo estaba metiendo la tarjeta de un cliente y oí el ruidito ese, el fuiiiiiiiiiiiii de cuando se abre una ventanilla, le di el resguardo al cliente, me giré y entonces fue cuando le vi, el cabron llevaba gafas oscuras pero era el puto Batista, allí, a mi lado, estaba con una tía súper bien vestida que le hablaba y apuntaba cosas, él ni la miraba coño y contestaba con cara de asco, que cabron, podía oler su aliento podrido joder y entonces me vino aquello a la cabeza, fue muy rápido, lo pensé y ya lo estaba haciendo, cogí la manga del gasoil y se la metí en la boca , le rompí los piños de la hostia, de la fuerza, coño, de la rabia, el gasoil le llenó el estómago, creo que le metí seis o siete litros suficiente para que el tío la palmara allí mismo. La tía que estaba con él gritaba histérica y el chofer salió y me agarro con mucha fuerza y me tiró al suelo, pero cuando solté la manga, a Teddy mierda ya no lo salvaba ni el puto Dios. Me pillaron claro, no podía huir, hace tres meses que estoy aquí. Elena viene a verme cada semana súper bien arreglada, vestida como de boda o así y me trae comida y cosas que me hacen falta. Frankie y Rosita han venido dos veces, parece que las cosas se van arreglando y que no le dan el coñazo eso dice, la última vez Frankie me trajo un cd que había grabado con las canciones que sabe que me gustan y como yo no puedo tener un aparato de música, se lo di al tío que pone la música en el patio. Al tío seguro que le gusta porque ya lo ha puesto dos veces… o tres… a lo mejor son tres.


IL DANTE



1 comentari:

  1. Gracias por ofrecerme este caramelo. Ha sido una descarga de adrenalina acojonante.

    Salud.

    Pedro.

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